17 February 2011

VIRILAZO

4 comments:

Albert said...

¡Ay, Hairy...!: Cada día que pasa me gustan más y más los hombres, y si son peludos cada vez paso más de si son más o menos jóvenes. Creo que con unos años más el virilazo de hoy estará, para mí, más al punto, pero ya sabes que, por regla general, los vinos no mejoran en botella. Este, además, ya está destapado por lo que sería una pena no disfrutarlo.

Hairy4ever said...

Es lo que tiene que seamos "Andrófilos de amplio espectro" ¡que nos gustan todos!: genéricos o de marca; mayores o jóvenes, un Hombre es, siempre y para nuestro deleite, un Hombre.

Y aunque éste mozarrón es joven como un Beaujolais y, por tanto, no lleva suficiente tiempo como para necesitarlo, no está nada mal que esté así, destapadito y oreándose...

Cuando gustes, lo catamos!!

Besos afrutados

Manu_MX said...

Con el permiso de ustedes, gentiles caballeros... en mi muy personal opinión, los hombres realmente son como los vinos: entre más maduros, mejor. Los jovencitos no me llaman la atención ni provocan dentro de mi las reacciones que provoca un bocado como el de esta imagen, medio envuelto entre sábanas blancas, tan invitante a paladearlo poco a poco, en bocados pequeños, suaves como si fuera un croissant en París o un baguette con queso y jamón del Mediterráneo para degustar todos sus sabores y texturas sin perder detalle... ¡y esperar ver cuál es su reacción! Porque este tipo de machos, a diferencia del más sublime delicatessen, no se acaban a bocados... ¡se crecen y dan más para devorar!

Con el tiempo me voy acercando más al tipo que me gusta (en sus últimos 30's y sus 40's) y se que llegará el tiempo en que yo sea mayor que ellos... y me gustará tanto llegar a esa edad y decir que "mis muchachos" serán estos maduros sublimes!!!

Besos para todos!

Hairy4ever said...

Manuel,
Si bien es cierto que algunos vinos no envejecen bien, tampoco algunos hombres maduran de forma óptima. Pero, en general, ello se debe a que ese vino, o ese hombre, no se cuidó lo suficiente.

Si lo hizo, alcanzará una espléndida solera, con un magnífico bouquet y permitirá ser degustado con sumo placer; poco a poco, saboreando toda su intensidad y matices que sólo el paso del tiempo sabe dar.

Besos!