El tiempo y la experiencia, como bien decíamos hace unos días Hairy, sabe dejar sus huellas más bellas en quien ha sabido ganárselas... y aquí tenemos muy buenas muestras.
Qué delicia es toparse con un maduro con fuerzas e ímpetus cultivados y perfeccionados por el dios Cronos... y de entre todos, con su permiso, señores, alzo mi voz (y algo más se alza en mí) para alabar la hombría del # 2, el desahogo febril del # 4 (qué interesante sería escucharlo), la mirada desafiante del # 8 y la placidez tan relajante del #10 (me intriga para qué quiso el atomizador)! Está establecido... nomás no me puedo quedar nunca con sólo 1... y no me interesa! Nadie va a cuestionar a Dios por poblar la Tierra de tantos hombres tan atractivos dignos de admiración y no va a dejar uno de rendirles pleitesía! ¿No nos han dicho desde siempre "Respeta a tus mayores"? Aquí nuestro respeto se convierte en deseo maravilloso... Daddys 4ever!
Tu al igual que yo: es como entrar en una confitería y, a la vista de tantas y ricas paletas de caramelo, nos quedaríamos con el surtido entero! Bien dices que La Tierra está poblada de tanto y tan atractivos machos que merecen todo nuestro goloso respeto... y algo más!
Ni falta hace que te diga, querido Hairy, cómo llego a disfrutar contemplando en silencio y pausadamente a este tipo de hombres “fets i refets” (hechos y rehechos). Me gustan TODOS, Hairy, y comparto contigo, Mnauel, todo cuanto dices respecto a ellos, a la vez que admiro tu viril forma y fuerza poética de expresarlo.
Contemplando estas bellas imágenes y sabiendo a la vez que comparto el placer de hacerlo no sólo con vosotros dos, sino incluso con otros hombres que, aunque con semejantes reacciones a las nuestras, han salido de esta página tan silenciosos como han entrado en ella, me provoca una profunda satisfacción interna porque, a pesar de que estoy completamente solo ante la pantalla del ordenador, siento, más que no su compañía, su complicidad, sobre todo, claro está, la vuestra, y me siento feliz de poder compartir mis más íntimos sentimientos y, por qué no decirlo, mis deseos hacia los hombres, con todos.
Albert, Sé cuanto disfrutas de estas visiones tan líricamente descritas por nuestro amado Manu.
En esa contemplación no estás solo, pues doy fe que son muchísimos los que te acompañan. Y no sólo lo dicen las estadísticas, sino también los gratos e-mails que recibo. Quizás por timidez o discreción, prefieren seguir siendo silentes. Eso sí, el día que les apetezca, seguro que también compartirán estos gratos momentos de comentarios.
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El tiempo y la experiencia, como bien decíamos hace unos días Hairy, sabe dejar sus huellas más bellas en quien ha sabido ganárselas... y aquí tenemos muy buenas muestras.
Qué delicia es toparse con un maduro con fuerzas e ímpetus cultivados y perfeccionados por el dios Cronos... y de entre todos, con su permiso, señores, alzo mi voz (y algo más se alza en mí) para alabar la hombría del # 2, el desahogo febril del # 4 (qué interesante sería escucharlo), la mirada desafiante del # 8 y la placidez tan relajante del #10 (me intriga para qué quiso el atomizador)!
Está establecido... nomás no me puedo quedar nunca con sólo 1... y no me interesa! Nadie va a cuestionar a Dios por poblar la Tierra de tantos hombres tan atractivos dignos de admiración y no va a dejar uno de rendirles pleitesía! ¿No nos han dicho desde siempre "Respeta a tus mayores"? Aquí nuestro respeto se convierte en deseo maravilloso... Daddys 4ever!
¡Ay Manu!
Tu al igual que yo: es como entrar en una confitería y, a la vista de tantas y ricas paletas de caramelo, nos quedaríamos con el surtido entero!
Bien dices que La Tierra está poblada de tanto y tan atractivos machos que merecen todo nuestro goloso respeto... y algo más!
Besos!
Ni falta hace que te diga, querido Hairy, cómo llego a disfrutar contemplando en silencio y pausadamente a este tipo de hombres “fets i refets” (hechos y rehechos). Me gustan TODOS, Hairy, y comparto contigo, Mnauel, todo cuanto dices respecto a ellos, a la vez que admiro tu viril forma y fuerza poética de expresarlo.
Contemplando estas bellas imágenes y sabiendo a la vez que comparto el placer de hacerlo no sólo con vosotros dos, sino incluso con otros hombres que, aunque con semejantes reacciones a las nuestras, han salido de esta página tan silenciosos como han entrado en ella, me provoca una profunda satisfacción interna porque, a pesar de que estoy completamente solo ante la pantalla del ordenador, siento, más que no su compañía, su complicidad, sobre todo, claro está, la vuestra, y me siento feliz de poder compartir mis más íntimos sentimientos y, por qué no decirlo, mis deseos hacia los hombres, con todos.
Albert,
Sé cuanto disfrutas de estas visiones tan líricamente descritas por nuestro amado Manu.
En esa contemplación no estás solo, pues doy fe que son muchísimos los que te acompañan. Y no sólo lo dicen las estadísticas, sino también los gratos e-mails que recibo. Quizás por timidez o discreción, prefieren seguir siendo silentes. Eso sí, el día que les apetezca, seguro que también compartirán estos gratos momentos de comentarios.
Besos
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