22 February 2011

FURRY MEN COOKING. SERVED HOT.














































Bon Appétit!


7 comments:

Albert said...

Observando, también, el entorno por donde se mueven hoy los protagonistas, he atinado que nunca he tenido la ocasión de estar entre fogones y percibir el aroma de un buen guiso que està cociendo, despacio, y deleitándome, a la vez, con los aromas y los sabores incomparables del cuerpo, cubierto tan solo por un delantal, de otro hombre...

Otro sueño erótico que debo añadir a la larga lista de situaciones en las que me gustaría compartir mis deseos sexuales en compañía de otro(s) hombre(s) deseoso(s) de compartir los suyos conmigo.

Mmmm... el aroma de un buen estofado y, en la boca, la turgencia con la que el deseo se manifiesta en el sexo de un buen amante... o, ahora que es invierno, percibir el incomparable efluvio de una reconfortante escudella (*) que empieza a estar ya lista después de haber hervido lentamente durante un par de horas y sintiendo, a la vez en el rostro, la excitante rudeza de un cutis masculino mientras nuestras bocas se funden en una..., o mirarnos fijamente a los ojos, a punto ambos de recibir cada uno en su piel la emanación que brotará con el sublime placer de nuestro masculino orgasmo mientras, del horno, nos llega el sutil i delicioso vaho de una lubina pràcticamente al punto..., o... En fin, lo dejo aquí, amigos, ya que me está entrando hambre.

(*) La “escudella” es el cocido típico catalán.

Manu_MX said...

Dicen por ahí que la cocina es el centro de la casa porque es donde se pasa buena parte del tiempo y donde se percibe cómo son sus moradores: prolijos, prácticos, hacendosos, sencillos... y justamente debe ser un placer suculento hacerlo en un lugar tan cálido del hogar. Aquí en México, para decir que alguien se sobrepasó en un pensamiento picante decimos que "se fue hasta la cocina"... ¡en estas fotos ese dicho queda perfecto!

Hay un cuento de nuestro querido Franco (si mal no recuerdo, es "Después de verte desnudo") donde la acción culminante es justamente en la cocina... los amantes se entegan tanto a su pasión que son indiferentes a un desastre... ¡qué maravilla ha de ser borrar el entorno por entregarse a un deseo tan exquisito como el estar con quien has deseado tanto tiempo! Elevo nuevamente mi plegaria al Cielo y espero que llegue hasta las Pampas: escribe otra vez, macho! No hay nadie como vos!

P.D. 1: La foto # 2 es de la escena de una película... ¡de éxtasis! 2 maduros sobre la barra... mmmmmmmhhh...!!!!

P.D. 2: Hairy: cuídale las manos a TU Blake! Qué cariñoso es el muchacho...

Aquí les dejo abrazos y besos... ¡hasta la cocina!

Anonymous said...

Este post me dio hambre...!

(Manuelito: te aseguro que cuando los musos inspiradores me hagan escribir de nuevo, te dedico el primer cuento que escriba)

Hairy4ever said...

Una de mis ex-parejas era chef. Cuando lo tenía trasteando en la cocina, con las manos ocupadas, me ponia burraco llegar sigilosamente para pillarle desprevenido.
Siempre hacía como que se enfadaba; pero poseerle de pie, apoyado en el mármol de la encimera, mientras yo atacaba su retaguardia...UFFF! La de veces que nos saltamos la comida!

HAIRSTERIA said...

Furry men for furry men :)
http://hairsteria.blogspot.com/

Anonymous said...

Aunque un poco tarde, vale la pena comentar ya que es un tema nuevo.
Lo que describe Albert es muy excitante, pero hay que tener cuidado, porque la cocina también puede ser un lugar peligroso, más aún si hay comida cociéndose.

Hairy me gustó la galería, (como dijo Manu, manos rápidad tiene Blake jeje). Al igual que vos Hairy, yo también lo tomo por la retaguardia a mi amado cuando él cocina (siempre y cuando esté lejos de las ollas), con la diferencia que a él sí le gusta que yo haga eso. Contrariamente, a mi me jode que me molesten cuando cocino jeje.
Finalmente, cuando terminé de ver las fotos y luego leía los comentarios, y mencionaste lo de tu ex pareja chef, evoqué rápidamente la imagen # 4, que se nota que es bien amateur, si tuviste a ese muchacho entre tus brazos, te felicito.

Y no me quiero olvidar del “hombre lobo” de la última foto, que hasta me dio envidia por caperucita roja jejejeje.

PD: me perdí como dos semanas porque ando de casero (cuidando una casa) y hasta pintor también, en serio! De a poco me estoy poniendo al día.

Un abrazo a todos.

Hairy4ever said...

José,
Pues sí, la cocina es el lugar donde más accidentes caseros se producen. Por eso estos jueguecitos sexuales hay que hacerlos bien lejos de los fogones u objetos cortantes. Yo a mi chef sólo le metía mano cuando manipulaba ensaladas y cosas así.

Por cierto, hacía siempre como que se quejaba... pero siempre sucumbía... hehehe
De hecho, yo creo que se hacía el remolón para ponerme más cachondo.
¿Así que tú haces pero te jode que te hagan? Uyyyy, ¡niño malo!; en los juegos hay que estar a dar y tomar!! ;))
Igual tu también lo haces para poner burraco a tu pareja...

Hablando de la foto #4, el mozo está tremendo; me enloquece sobremanera su piel!!, pero debo confesar que se la "robé" a nuestro amigo Conrado, de su impagable serie "Pornochachos", de la que recomiendo vivamente su lectura, pues no tiene desperdicio.

Mi chef no se parecía en nada pues era... ¡¡pelirrojo!!! (Sííí, lo se y lo lamento, pero no tengo culpa que me haya encamado con tantos pelirrojos en mi vida y que eso joda la estadística de posibilidades del resto!)

¿Así que estás de casero y pintor? Buen muchacho, polifacético. Para que luego digan que la juventud no es apañada. Pues yo te hacía ausente porque, si mal no recuerdo, sobre estas fechas te recibías de nuevo. ¿Cierto? Si es así, ya sabes, aquí tienes a tus papis para pasarte la lección.

Un beso… y cuidado con el Hombre Lobo!!!