¡Cómo me gusta ese vello alisado por el agua! ¡Cómo me encantaría acariciar esa espalada peluda! Sobre todo porque veo al muchacho un poco tristón, apesadumbrado, como si se arrepintiera de algo. ¡Pobre!
Sí, estoy perdido, pero es que no tengo tiempo para casi nada.
A mí también me encanta ver los efectos que produce el agua al regar el abundante vello del cuerpo de un hombre, y me excita sobremanera pensar que, quizás, en estos momentos comparto mi excitación con la de otros hombres a quienes también les está excitando la contemplación de esta bellísima imagen.
Delicioso, suculento, sabroso, sublime... se me acaban los adjetivos para este paisaje tan virl y relajado.
¡Por supuesto que el temblor es compartido, Albert! Por lo menos imagínannos a Hairy, a Conrado y a mí frente a nuestros monitores... los vellos mojados son tan invitantes, tan cachondos... ¡pero muero y mato por ver qué hay más abajo! ¡saber qué figuras pintó el agua en esos lienzos al bajar su fino pincel por el vientre, el pubis, las caderas... LAS PIERNAS! Uffffff... ¡Qué cabrón el que tomó esta imagen y se reservó esa contemplación para sus memorias personales! No pensó en las necesidades de esta procesión hambrienta de deseo por ver a este Apolo de cuerpo entero bajo el calor de la ducha... O a lo mejor dijo: "a todos los que vean a este macho los voy a poner a trabajar su imaginación..." ¡Y vaya que lo logró!
Este finde está... ¡¡¡!!!
(Por cierto: nuestro querido Franco se hizo presente!!! Cómo nos vamos a olvidar de tí, macho!)
Hombre, Conrado! Bueno, si estás perdido porque estás liado, espero/deseo que sea con alguien como el machote de la foto! Quien, por cierto, tiene pinta de jugador de rugby o balonmano, triste por haber perdido el partido. Habría que darle consuelo...
Porque estoy contigo, con Albert y Manuel: me enloquecen los vellos mojados! Sea bajo la ducha, en la piscina o en la playa. No hay mejor espectáculo de la naturaleza que ver salir a un tiarrón así del agua, y ésta, resbalándole, le peina todos sus pelacos...
Y ya ni os cuento cuando pillas a uno bajo la ducha, poniéndolo de bruces cara a las baldosas de la pared, patiaberto... y le enjabonas... lo que la foto no enseña!!!
6 comments:
¡Cómo me gusta ese vello alisado por el agua! ¡Cómo me encantaría acariciar esa espalada peluda! Sobre todo porque veo al muchacho un poco tristón, apesadumbrado, como si se arrepintiera de algo. ¡Pobre!
Sí, estoy perdido, pero es que no tengo tiempo para casi nada.
Un beso
A mí también me encanta ver los efectos que produce el agua al regar el abundante vello del cuerpo de un hombre, y me excita sobremanera pensar que, quizás, en estos momentos comparto mi excitación con la de otros hombres a quienes también les está excitando la contemplación de esta bellísima imagen.
Delicioso, suculento, sabroso, sublime... se me acaban los adjetivos para este paisaje tan virl y relajado.
¡Por supuesto que el temblor es compartido, Albert! Por lo menos imagínannos a Hairy, a Conrado y a mí frente a nuestros monitores... los vellos mojados son tan invitantes, tan cachondos... ¡pero muero y mato por ver qué hay más abajo! ¡saber qué figuras pintó el agua en esos lienzos al bajar su fino pincel por el vientre, el pubis, las caderas... LAS PIERNAS! Uffffff... ¡Qué cabrón el que tomó esta imagen y se reservó esa contemplación para sus memorias personales! No pensó en las necesidades de esta procesión hambrienta de deseo por ver a este Apolo de cuerpo entero bajo el calor de la ducha... O a lo mejor dijo: "a todos los que vean a este macho los voy a poner a trabajar su imaginación..." ¡Y vaya que lo logró!
Este finde está... ¡¡¡!!!
(Por cierto: nuestro querido Franco se hizo presente!!! Cómo nos vamos a olvidar de tí, macho!)
Hombre, Conrado!
Bueno, si estás perdido porque estás liado, espero/deseo que sea con alguien como el machote de la foto! Quien, por cierto, tiene pinta de jugador de rugby o balonmano, triste por haber perdido el partido.
Habría que darle consuelo...
Porque estoy contigo, con Albert y Manuel: me enloquecen los vellos mojados! Sea bajo la ducha, en la piscina o en la playa. No hay mejor espectáculo de la naturaleza que ver salir a un tiarrón así del agua, y ésta, resbalándole, le peina todos sus pelacos...
Y ya ni os cuento cuando pillas a uno bajo la ducha, poniéndolo de bruces cara a las baldosas de la pared, patiaberto... y le enjabonas... lo que la foto no enseña!!!
UFFF... Sííí Manu, sí: QUÉ FINDE!!!
Sí, seguramente habrá fallado varios goles y el pobre lo está sufriendo.
¡Con lo fácil que es mi portería!
¡Ja, ja, ja!
Un beso
¡Jajaja! Pues nada, Conrado, a señalarle el punto de penalty y... ¡GOOOOOOOL!
Jajajaja!
Un Beso!
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