¿Puedes creerte que con un cuerpo tan sensualmente peludo y con un instrumento tan apetitoso como el de la cuarta fotografía, me haya ido a fijar en su hoyuelo?... Yo no sé qué tendrán los hoyuelos, pero indudablemente tienen un encanto muy especial para mí. Magnífica selección la de hoy, Hairy.
Me alegro que te guste la selección y te creo perfectamente. Como dices, los hoyuelos son magnéticos. Fíjate que a mí, en general, el vello en los hombros no me seduce especialmente, pero es que el del hoyuelo hasta eso tiene bien! Y no le vemos la cara!.
Por cierto, gracias por tus comentarios de estos días y disculpa el no haberte respondido. Estuve de viaje sin posibilidad de tener una conexión tranquila.
De paso, tengo una gran intriga: ¿no tendremos la misma madre? Porque tu experiencia circuncisa es... ¡alarmantemente idéntica a la mía!
Y, que sepas, que el que tengamos menos sensibilidad que los Prepucianos -coño, suena a extraterrestres!- nos hace mucho más resistentes... en la cama...
Creo que ya tenemos suficientes obligaciones en la vida, querido Hairy, para que, además, nos impongamos otra con los blogs, o sea que para nada tienes que excusarte por haber tardado más o menos en contestarme.
Tengo la sensación de que hemos establecido una conexión entre todos que nos sirve para poder expresar tranquilamente nuestros sentimientos, nuestros gustos y, ¿por qué no?, nuestros deseos y sueños, y si bien habrá días en los que ya sea por el trabajo, como ha sido tu caso, o por cualquier otro motivo personal quizás no podamos o no nos apetezca entrar y charlar como hasta ahora venimos haciéndolo, no por ello dejaremos de tener in mente que, podemos contactar siempre que queramos con buenos amigos a los que nos une el hecho de ser hombres a quienes les gustan los hombres y se sienten tan a gusto como tales, sin más.
Referente a la operación de marras añadiré que estuve mucho tiempo creyendo que me la habían hecho porque, en caso contrario, tal como me lo explicaron mis padres el mismo día que, por sorpresa, me llevaron al hospital a operarme, de mayor no podría hacer pipí. :))
Bueno, aunque no tenga la misma sensibilidad que los Prepucianos (genial el término y su nexo con la ciencia ficción), me ha gustado notar tus labios besándome el glande (no vayan a creer ahora los Prepucianos que nuestros glandes tienen la misma sensibilidad que, pongamos por caso, las uñas de los pies), y ahora soy yo quien se despide besándote el tuyo, confesándote que si el beso no fuera virtual puedes tener la seguridad de que no me conformaría sólo con besarlo.
Como siempre, tu verbo clava el pensamiento y el sentimiento. Poder contactar libremente, sin cuotas, servidumbres o justificaciones, es una de las muchas ventajas que esta empatía masculina y comunal nos proporciona.
Y ahora que tu y yo ya sabemos que lo de la circuncisión no era "para hacer pipí" -jejeje-, besémonos, lamamos, lubriquemos, succionemos y disfrutemos de nuestros glandes que, como bien dices, por fortuna tienen más sensibilidad que las uñas de los pies...
No se me ocurre mejor manera de pasar un buen domingo... y así te lo deseo.
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¿Puedes creerte que con un cuerpo tan sensualmente peludo y con un instrumento tan apetitoso como el de la cuarta fotografía, me haya ido a fijar en su hoyuelo?... Yo no sé qué tendrán los hoyuelos, pero indudablemente tienen un encanto muy especial para mí. Magnífica selección la de hoy, Hairy.
Albert, chato,
Me alegro que te guste la selección y te creo perfectamente. Como dices, los hoyuelos son magnéticos. Fíjate que a mí, en general, el vello en los hombros no me seduce especialmente, pero es que el del hoyuelo hasta eso tiene bien! Y no le vemos la cara!.
Por cierto, gracias por tus comentarios de estos días y disculpa el no haberte respondido. Estuve de viaje sin posibilidad de tener una conexión tranquila.
De paso, tengo una gran intriga: ¿no tendremos la misma madre? Porque tu experiencia circuncisa es... ¡alarmantemente idéntica a la mía!
Y, que sepas, que el que tengamos menos sensibilidad que los Prepucianos -coño, suena a extraterrestres!- nos hace mucho más resistentes... en la cama...
Besos a tu glande...
Creo que ya tenemos suficientes obligaciones en la vida, querido Hairy, para que, además, nos impongamos otra con los blogs, o sea que para nada tienes que excusarte por haber tardado más o menos en contestarme.
Tengo la sensación de que hemos establecido una conexión entre todos que nos sirve para poder expresar tranquilamente nuestros sentimientos, nuestros gustos y, ¿por qué no?, nuestros deseos y sueños, y si bien habrá días en los que ya sea por el trabajo, como ha sido tu caso, o por cualquier otro motivo personal quizás no podamos o no nos apetezca entrar y charlar como hasta ahora venimos haciéndolo, no por ello dejaremos de tener in mente que, podemos contactar siempre que queramos con buenos amigos a los que nos une el hecho de ser hombres a quienes les gustan los hombres y se sienten tan a gusto como tales, sin más.
Referente a la operación de marras añadiré que estuve mucho tiempo creyendo que me la habían hecho porque, en caso contrario, tal como me lo explicaron mis padres el mismo día que, por sorpresa, me llevaron al hospital a operarme, de mayor no podría hacer pipí. :))
Bueno, aunque no tenga la misma sensibilidad que los Prepucianos (genial el término y su nexo con la ciencia ficción), me ha gustado notar tus labios besándome el glande (no vayan a creer ahora los Prepucianos que nuestros glandes tienen la misma sensibilidad que, pongamos por caso, las uñas de los pies), y ahora soy yo quien se despide besándote el tuyo, confesándote que si el beso no fuera virtual puedes tener la seguridad de que no me conformaría sólo con besarlo.
Querido Albert,
Como siempre, tu verbo clava el pensamiento y el sentimiento. Poder contactar libremente, sin cuotas, servidumbres o justificaciones, es una de las muchas ventajas que esta empatía masculina y comunal nos proporciona.
Y ahora que tu y yo ya sabemos que lo de la circuncisión no era "para hacer pipí" -jejeje-, besémonos, lamamos, lubriquemos, succionemos y disfrutemos de nuestros glandes que, como bien dices, por fortuna tienen más sensibilidad que las uñas de los pies...
No se me ocurre mejor manera de pasar un buen domingo... y así te lo deseo.
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